Toda cultura está constituida por elementos que se
distinguen unos a otros y son muy abundantes, de hecho, se encuentran por todas partes en el medio ambiente donde nos desenvolvemos los seres humanos, y es la razón por la cual se le puede entender como un medio ambiente cultural. Una cultura es fundamentalmente un sistema que asocia todos esos elementos y nosotros terminamos por asociarlos también en nuestras mentes. Tal y como es la cultura afuera, así es nuestra mente adentro, o al menos coloca estructuras fundamentales para la mente, como lo sostuvo Emile Durkheim en una época que ahora parece distante, como fueron los inicios del siglo XX. Los seres humanos absorbemos del medio ambiente todos los significados que allí existen, y como esos significados los conseguimos representados en objetos, figuras, dibujos y fracciones de comportamiento, los tenemos como símbolos de esos signifcados. Es decir, todos esos elementos de la cultura, que están por todas partes, parecen registros empíricos que nos transmiten significados a varios niveles de profundidad, y eso es lo grandioso; son como un hardware externo en el que se deposita todo el saber humano. La cultura actúa como una memoria externa que asiste a las personas cuando quieren saber algo, es decir, que ellas se apoyan en estos referentes para conocer, y esto implica enviar y recibir mensajes. Se envían y
reciben mensajes constantemente, y es necesario que así ocurra para que la cultura cumpla su función. Puede tratarse de un objeto material, si se quiere, pero si tiene un significado cultural la gente lee un mensaje en él (recibe el mensaje) y no tiene porque mantenerlo en la memoria todo el tiempo. Nuestros cuerpos, los adornos que llevamos y la indumentaria, pueden funcionar como símbolos junto a cualquier infinidad de cosas como la manera en que comemos, los colores con los que pintamos nuestras casas, y hasta los sueños que perseguimos en la vida.
De esta manera, se puede analizar actos tan significativos en la vida de las personas como el matrimonio. Imaginemos que presenciamos un matrimonio en una iglesia un día de estos cualquiera. Uno de los actos clave tiene que ver con la imposición de los anillos.
Ese pedazo de metal en forma circular colocado en las manos de él y de
ella, imaginado con todo el contexto que lo rodea, un sacerdote oficiando la ceremonia, ella vestida de novia, el con traje de gala, el templo adornado para la ocasión, y el ritual del caso, porque se dan unos pasos primero, y luego otros. Para la mayoría de las personas se
trata del símbolo de la unión y el
compromiso de amor eterno y de fidelidad. Quien lleva este
anillo en su dedo se le entiende como una persona casada y, por supuesto, con todas las restricciones sociales del caso ya que debe mantener la fidelidad frente a otros hombres y mujeres, y no puede estar casado dos veces, o no debería tener varias parejas, al menos según lo que establece la norma. Se podría decir que los tres significados se encuentran asociados, a saber, “casado”, “fidelidad” y anillo de bodas. En este
caso, se trata de un significado compartido.
En la imagen contigua se aprecia esa escena. Se
trata del momento en el que él le está imponiendo el anillo a ella, que está vestida para la ocasión, él también y al sacerdote
vestido según el ritual. Cuando decimos que el sacerdote se encuentra vestido de manera ritual estamos diciendo que siempre lo hace de la misma manera, que hay un proceso que siempre se cumple, porque así son los ritos. Y esto también alcanza a los futuros esposos que se encuentran presentes. Las mujeres generalmente visten de blando con un velo blanco, y los hombres con traje de gala. Acudiendo al conocimiento cultural se nos ha enseñado desde niños que el blanco del vestido se relaciona
con la pureza del momento, que el velo también, y que hay cosas que no deben ocurrir, que se encuentran asociadas a esa pureza, como que el hecho de que el novio no debe ver a la novia hasta que el
matrimonio se haya consumado. Ella debe llegar a la iglesia con el velo puesto en el rostro y así debe mantenerse hasta un determinado momento del ritual.El velo cumple la función de resaltar esa pureza y es la razón por la cual tiene un significado. ¿Puede ser separado este
rasgo de los otros?. Por supuesto, porque se trata de un accesorio independiente pero, sobre todo, porque puede significar algo por sí mismo. Los símbolos
pueden estar compuestos de elementos menores. Se puede aprovechar la Teoría de los Prototipos que aunque se asocia a la psicológica, proviene
originalmente de la antropología[1]. Esta
teoría afirma que de los diversos elementos de significado que constituye una
categoría, unos son predominantes o “prototipos”, es decir, se encuentran jerarquizados a tal punto que los individuos les atribuyen
importancias distintas para formar un concepto o un símbolo complejo. Una mujer, por ejemplo, puede ir con vestido de novia pero el velo tiene más fuerza para
significar “matrimonio”. De hecho, ya se ha visto parejas que se casan desnudas en una playa o en un campo nudista y lo que ella utiliza como símbolo puede ser sólo el velo, es decir, solamente lleva
el velo y no viste nada más. De esta manera, pues, el velo puede significar, él solo todo el matrimonio.
Esto es nada más que una fracción de los símbolos que pueden
ser observados en la escena anterior; existen muchos más pero lo vamos a dejar
a la imaginación del lector. Por ejemplo, el corte de cabello de la mujer y del
hombre, los adornos corporales de ella (se
observará que lleva un collar en el cuello que él no lleva, por supuesto),
el movimiento de las manos que ella tiene en ese momento, la postura corporal
de él, la forma como se miran, etc. Se puede analizar esta otra imagen para hacer una breve referencia al contexto.
Se trata de una composición un poco más abstracta con
elementos un tanto descontextualizados, pero que son igual de evocadores. En
todo caso, se trata de un contexto
posible. Se tiene aquí un birrete (de un acto de grado universitario), el
diploma que se le otorgó a alguien, y los libros con los que estudio. El
significado de “acto de grado” de toda la escena lo simboliza el birrete (ya
que los libros solos no tendría porque significar eso), y según parece el
diploma y los libros sirven para reforzar la idea. Como en el caso anterior,
hay un prototipo que es el birrete
como tal. Unos libros solos fotografiados significarían estudio y un diploma
sólo no tendrían que significar “acto de grado”; por lo cual en el birrete se
encuentra un símbolo dominante. Los
libros solos tienen un significado, un diploma por si mismo también, por lo que
se trata de tres (3) símbolos. Se diría que se trata de tres (3)
rasgos culturales colocados uno al lado del otro, que se refuerzan mutuamente.
Esto es la una parte fundamental de la cultura. Los elementos culturales
son en su mayoría elementos que colocados juntos hablan por sí solos, nos dan significados a los que le damos sentido, y que nos permiten tener consciencia del mundo. La cultura es la que da esa consciencia, los símbolos son los evocadores, las palabras que nosotros leemos para armar el discurso cultural.
[1]Específicamente del trabajo de los
antropólogos Brent Berlin y Paul Kay que compararon la categorización de
colores en diferentes culturas. Luego este trabajo lo tomó la psicólogo
estadounidense Eleanor Rosch
En Venezuela, en la región zuliana, existe una
tradición musical que bien puede ser empleada para ilustrar la forma cómo se
modifica históricamente un aspecto de la cultura y cómo los seres humanos
actúan en estos casos. Un posible origen para este ritmo es el siguiente: El
nombre parece provenir de la “gaita”, tal y como se popularizo en Europa en la baja
Edad Media hasta el siglo XVIII. Dos aspectos se deben aclarar de inmediato, a
saber, la “gaita” no se refiere solamente al instrumento a la forma que tiene
este instrumento en Escocia, ni este se popularizó solamente es Escocia.
Existen formas del instrumento que se parecen mucho a una flauta y en España,
sobre todo en Aragón y Galicia, existió como algo popular para los días de la
colonización, la gaita (en su forma europea). Estos dos aspectos son
importantes para visualizar el camino que va a llevar hasta la gaita zuliana.
En relación a lo primero todavía en el sur del
lago de Maracaibo, entre las comunidades negras, se utiliza un instrumento muy
parecido a la gaita colombiana que es una flauta utilizada en los toques de
tambor. Dicho instrumento se asocia al San Benito. La gaita colombiana como
instrumento tiene el siguiente aspecto, sostenida en las manos por unas
personas para su ejecución (Ver ilustración de la izquierda)
De hecho podría tener vínculos con
instrumentos indígenas parecidos. En el caso colombiano se debe tocar al mismo
tiempo la flauta “macho” y la “hembra” pero a todas luces se trata de un ritmo
de vínculos afro, al menos en esta parte del mundo. Esta gaita se parece mucho
a una cumbia, es tocada con ese ritmo y se la puede escuchar para comprobarlo.
De hecho las vinculaciones indígenas del ritmo
pueden verse en la siguiente ilustración de al lado (se trata de una fotografía
de indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta fotografiados tocando gaita). Se
utilizaban dos instrumentos al mismo tiempo (macho y hembra) junto con un
tambor (el tambor debía formar parte), tal
y como se realiza hoy en día en las comunidades de origen afro en Colombia.
Parece que los orígenes indígenas de un instrumento con este nombre (“gaita”)
se encuentran documentados por lo cual luego fue apropiado por las comunidades
afrodescendientes (al menos en Colombia y Venezuela, en el sur del lago de
Maracaibo). Y es así porque entre los negros colombianos se sigue tocando con
el prerrequisito de que deben ser una flauta macho y una hembra, y también que se
precisa un tambor. En este último caso, como era de esperarse y como es propio
de todo proceso de asimilación cultural e hibridación, la flauta cambió un
poco, junto con los tambores y el ritmo, es decir, los negros introdujeron estos
instrumentos en un ritmo modificado,
unas flautas alteradas y más tambores, es decir, realizaron una re-contextualización de los elementos
para generar otra cosa. Para autores como Luis Antonio Escobar (1985) habría
una “gaita precolombina”. Los indígenas, al parecer, kogui, Ijca y Sankala
continúan tocando hoy en día. Escobar afirma que la denominación de gaita fue
aplicada por los españoles a su llegada a América al ver a estos indígenas o
algunos otros tocar este instrumento y ritmo porque de alguna manera, les
recordaba lo que lo que ellos escuchaban en su España natal. Este autor afirma:
Indudablemente lo que más ha confundido, a
legos y expertos, es el nombre con el cual se conocen estos instrumentos. No
aparecen ni en diccionarios ni enciclopedias ni explicados ni dibujados tal
como son. En el Reallexikon der Musikinstrumente de C. Sachs encontramos
descripciones sobre la gaita gallega y sus relacionadas, Sackfeife, Drehleier,
Schalmei de otras tribus y naciones y además el origen de la palabra árabe:
ghaida. Estos instrumentos relacionados con la gaita árabe, turca, selta,
española, etc., nada tienen que ver con las llamadas gaitas colombianas. John
Storm Roberts en su libro, La Música Negra Afro-americana, nos relata que,
"Dicho sea de paso, un oboe moro, llamada Rhaita se encuentra en España
(donde se lo llama gaita) y en el África Occidental (los hausas lo llaman Alghaita)".
Sería un tema demasiado extenso tratar de describir los orígenes y variantes de
las gaitas. Lo cierto es que los instrumentos de los indígenas que analizamos
quedaron bautizados por los españoles, muy mal bautizados, con el nombre de
gaitas y ahora hasta los propios indígenas los llaman así. Tampoco debemos
utilizar y así lo hacen algunos investigadores, la palabra KUISI, genérico de
flautas y más precisamente CAÑA DE CARRIZO. En ambos casos no hay relación
directa con las gaitas aunque estas se puedan catalogar como flautas de pico.
Personalmente tres indígenas aruacos me han dado el nombre de SHARV para las
gaitas (Escobar, 1985).
Se sostiene aquí que las flautas árabes,
turcas, seltas y españolas nada tienen que ver con las gaitas colombianas, pero
que el nombre, a pesar de todo, fue puesto por los españoles a su llegada, lo
cual tiene bastante lógica. La denominación o el “nombramiento” dada por estos
últimos no deriva de un estudio exhaustivo previo para luego realizarlo, ni
nada parecido, sino una simple apreciación de semejanza, es decir, a los
españoles les pareció que lo ejecutado por los indígenas se asemejaba a las
formas de gaita escuchadas en sus tierras; y nos referimos, por supuesto, a las
formas antiguas de gaita escuchadas en la colonia en España. Para lograr una
aproximación a esto se debe escuchar formas antiguas de gaita española (gallega
o aragonesa u otra). Y esto no puede ser simplemente desmentido, las personas
asignan nombres no sólo por puro capricho. Hay razones (siempre hay razones)
ocultas que se derivan de premisas culturales o simplemente intuitivas de la
mente. Desde luego, la hipótesis más creíble es el parecido intuitivo de un
instrumento o ritmo, o todo el conjunto, pero puede ser de la misma manera, el
escenario en el que ocurría la actividad musical (pudiera tratarse de una
“escena” que se parecía a la gaita española), o cualquier otro motivo. Las
razones son complejas pero siempre motivadas. No son caprichos u ocurrencias de
momento, son actos culturalmente determinados, históricamente condicionados.
De todas maneras, la intuición de Escobar es
muy buena y suministra una pista interesante para el paso desde la gaita
precolombina hasta la gaita negra o de las comunidades afrodescendientes, a
saber, el “oboe moro” que, al parecer¸ también se le llamó gaita en España. En
África este instrumento era conocido como Alghaita
entre los Hausas. Como se trata del grupo étnico más difundido del África
occidental tiene sentido que llegaran a América (a las costas colombianasy al sur del Lago de Maracaibo) y que
conocieran algo similar a la gaita de tipo oboe.
La referencia al oboe como una forma de gaita
(como instrumento) es interesante porque no se trata ya de la gaita escocesa y
porque algo parecido es tocado hoy en día acompañado con tambores en el San
Benito, asociado a la Navidad en el Estado Zulia podemos hacer referencia al
video titulado “Hausa_Music_in_Kaduna”) que muestra este tipo de toque entre
los Hausas de Nigeria.
El toque es sorprendentemente parecido al que
se puede escuchar todavía hoy día en Bobures y Gibraltar o Palmarito en el sur
del Lago de Maracaibo, algo que sé por haber asistido a celebraciones del San
Benito en estas comunidades. No cabe duda, de que el toque de San Benito, el
que se escucha en las celebraciones asociadas al santo y en sus procesiones
(recorridos del santo negro por el pueblo) tiene sus orígenes en toques de
tambor de este tipo, que,al parecer, se
refieren a toques Zulú.
El video aficionado destaca el uso de la flauta
u oboe. En este caso, a los tambores se les coloca una correa para ser tocados
mientras se cargan sobre los hombres a pie en una procesión santoral, es decir,
se trata de una procesión a un santo patrono pero acompañado con tambores. Se
utilizan maracas también, durante el toque y se baila mientras se camina. Este
tipo ritmo tiene una danza que lo acompaña que es también de carácter
tradicional y cantos de origen católico. Sin duda, se trata de una conversión
de los elementos tradicionales para su ubicación en el contexto de una
procesión católica, regida por la iglesia católica. La reconfiguración, sin
embargo, no debe apartarnos de la visualización de los elementos más esenciales
y originarios. Se trata de una fusión de rasgos culturales, de elementos
diversos. Puede ser que, originalmente, los tambores no hayan tenido correas
para ser transportados de un lugar a otro, que se tocaran fijos en el suelo, en
un solo lugar, pero las procesiones son traslados de un lugar a otro con el
santo a cuestas con el sentido de pasear el santo por las calles del pueblo
porque así era determinado por la tradición católica, pero ello no impide que
se la añadan unas correas para ser tocados a pie mientras se avanza, lo cual
significaba una adaptación ingeniosa o más que adaptación, una adecuación al
contexto simbólico cristiano que exige otras características, y puede ser, del
mismo modo que la flauta u oboe tradicional tuviese un carácter originario que
con el tiempo pudo transformarse, o que el ritmo no fuese acompañado en sus
inicios por alguna danza. Todos estos elementos pueden ser agregados, sobre
todo este último, ya que, como se sabe, los pueblos africanos aprovechan las
danzas para casi todas las celebraciones que impliquen alegría o expresiones de
regocijo. Se baila para celebrar, para expresar el júbilo y nada de raro
tendría que, animados por los sacerdotes, se bailara para celebrar el
aniversario del “santo negro”, como se le conoce por estas tierras.
Es interesante que un tipo de oboe usado en
África y España en la época de la colonia con los nombres equivalentes al de
“gaita” nos haya conducido hasta la música del San Benito, como celebración
navideña, en el sur del Lago de Maracaibo, o hasta la gaita colombiana, pasando
por la gaita precolombina de la Sierra Nevada de Santa Marta; sobre todo en
este último caso, por las conocidas influencias de Colombia sobre Maracaibo,
capital de la gaita zuliana. De hecho, varios historiados tienen a la región
zuliana como perteneciente a la órbita de aquel país hasta entrado el siglo XX,
como formando parte de una región económica única, a pesar de su pertenencia
formal con Venezuela. La región marabina constituía un solocircuito comercial el nororiente colombiano
(ver Cardozo, 1991).
Un relato interesante sobre el origen de la zuliana
es el siguiente:
Mucho se habla de la gaita, sobre todo en
navidad. Hay quienes aseguran ser sus cultores, defensores, interpretes, pero
todos coinciden en que nuestro género zuliano junto a la música criolla, son
los grandes monarcas del folklore nacional. Seguidamente, y como regalo de
Navidad, podrán disfrutar del testimonio de Ramón Herrera Navarro. Existen
varias versiones sobre el origen de la gaita, pero hay uno que me relató
Alfonso Huerta Bracho, quien en vida fue un gran gaitero, compositor e
investigador de la gaita por allá por el año 1982, cuando le hice una
entrevista para un programa radial sobre la gaita que se transmitía en una
emisora caraqueña. Alfonso Huerta Bracho explicó, en una entrevista para un
programa radial sobre la gaita que se transmitía en una emisora caraqueña, que
había decidido escribir un libro sobre el origen de la gaita porque,
lamentablemente, no estaba conforme con lo que habían hecho con la información
que al respecto le había suministrado algunos escritores de libros y/o
artículos relativos a la gaita. Comenzó explicando que la versión del
nacimiento de la gaita que iba a relatar, en realidad no era de él. Que la
había tomado de un cuaderno que se encontró en un baúl perteneciente a uno de
sus antepasados, que lo tenían abandonado en un rincón de su casa y que nadie
se había atrevido a abrirlo, presumiblemente por respeto a él; pero que él
decidió hacerlo, porque pensó que algún día alguien tendría que hacerlo, y así
fue como se encontró con esa agradable sorpresa. Según lo indicado en ese
cuaderno, la gaita nació un 4 de diciembre de 1782 en el cantón de Gibraltar
del estado Zulia. La inspiración del canto que le dio origen a la misma surgió
después de que el amo de la finca Santa María le dio un golpe en la espalda a
un negro esclavo, llamado Simón Chourio, por no atender rápidamente una orden
suya. El negro Chourio, al caer de rodillas al suelo, dijo llorando: "Ya
esto no puede ser/ como nos tratan los amos". Su hermana, María Dolores
Chourio que se encontraba detrás de él, y quien también era esclava, al oírle
ese lamento le dijo suavemente al oído: "Y si se lo reclamamos/ nos hacen
más padecer". Al oír esto, ambos repitieron al unísono la primera parte
del verso: "Ya esto no puede ser". El negro Simón, cuando su hermana
le completó el verso, se levantó gritando y diciendo: "Ya está, ya
está". Su hermana creyendo que Simón se había vuelto loco le preguntó qué
le pasaba, él respondió cuando ya estaban en el establo donde todos sus
familiares dormían como animales. que ya había compuesto el canto de reclamo y
de protesta contra los amos por el mal trato que recibían y que desde hacia
algún tiempo estaba de concebir. Seguidamente se preguntó que cómo harían para
dar a conocer este canto de protesta a sus amos. El negro Francisco, quien
sabía leer y escribir y fungía de representante de los esclavos, sugirió que se
pidiera permiso a los amos para hacerlo, y estos últimos les concedieron el
permiso, siempre y cuando lo hicieran antes de su fiesta, que era el 24 de
diciembre. La idea de los negros era hacer una fiesta parecida a la que hacen
los españoles, imitando los cantos de aguinaldos y villancicos, con motivo de
la celebración de las Navidades y, en vista del permiso concedido, resolvieron
entonar el canto que habían compuesto, el 12 de diciembre de 1782. Ese día, en
horas de la noche, en la finca Santa María, encontrándose los dueños sentados
en unos hermosos sillones y los pobres negros en el suelo, empezaron a cantar.
El primero en hacerlo fue el negro Simón, quien al ver que a su madre Natividad
la traían en un inmundo catre, lanzó el siguiente verso: "Ay mi mami da
dolor/ de vernos en qué desastre/ como cama un duro catre/ por culpa de este
color". Los otros negros se sumaron al clamor y comenzaron a entonar:
"No porque seamos negros/ nos traten como animales/ viviendo en los
corrales/ como si fuéramos ogros". Otro negro prosiguió: "Nos tratan
de pobres/ pero somos de alma blanca/ con una sonrisa franca/ y muy sinceros e
íntegros. En cambio los que son blancos/ tienen negro el corazón/ nos quitan
sin compasión/ nuestro hijos cuando nacen". Prosiguieron cantando:
"Me arrancaron al nacer/ de los brazos de mi madre/ y mataron a mi padre/
por quererme defender". El negro Francisco viendo que los amos se estaban
alterando con los versos dijo señalando al cielo: "El sol de la libertad/
ya muy pronto va a nacer/ por nombre le han de poner/ Simón de la
trinidad", añadiendo: "Y es quien nos va a libertar/ se los digo
desde ya/ y una negra es quien será/ la que lo va a amamantar". Otra negra
esclava de nombre Candelaria, mirando a francisco le dijo: "Y otro negro
extenderá/ la mano a ese gran Señor/ le verá tanto valor/ que en la cárcel lo
ayudara. El pasará muchas penas/ pero siempre triunfará/ y al negro le quitara/
de las piernas las caderas". Los españoles, viendo que ya no podían seguir
soportando más todo lo que le estaban diciendo en el canto, explotaron
airadamente y los mandaron a azotar. A la pobre negra Candelaria, fue tantos
los golpes que le dieron que falleció al otro día. Al resto de los negros,
después de azotarlos, les mandaron a poner en los cogotes un cepo de los que
antes se usaban con un palo, y en los pies les pusieron cadenas. Uno de los
negros, a pesar del estado en que se encontraba, echó este verso: "Mi voz
no la callaré/ porque tengo la razón/ esto lo sabrá Simón/ porque a él se lo
diré", y remato con este último: "Hasta la vida daremos/ por ese
Libertador/ Ese será todo un señor/y con que amor le serviremos". Así pues
nació la gaita, según contó Alfonso Huerta Bracho. Que en paz descanse. Cada
año que siguió, los esclavos continuaron entonando sus protestas y cada 2 de
febrero le cantaban versos a la negra Candelaria. "Tu que ya no estas
presente/ buena negra Candelaria/ aquí todos en plegaria/ te lloramos
tristemente/ y eso será eternamente/ mientras nosotros duramos/ a la gaita le
cantamos/ y a tu nombre consecuente". Luego de todos sucesos, por allá por
1809, un año antes de nuestra independencia, los negros del mismo cantón de Gibraltar
cantaron los siguientes versos: "Ya el aire que está soplando/ tiene olor
a libertad/ muy pronto se verá/ a los pueblos protestando/ nadie quedará en las
casas/ porque a las calles saldrán/ libres, libres gritaran/ reunidos en las
plazas/ ya dispuestos a triunfar/ a nadie le temerán/ a su tierra librarán/ de
tan pernicioso mal/ y los pueblos en lealtad/ al gran acontecimiento/ aportarán
muy contentos/ sus vidas por la libertad"
El relato puede ser nada más que de contenido
simbólico, o puede que no sea de esa manera, pero resulta interesante la
cantidad de detalles suministrados, entre ellos, las letras de supuestas gaitas
originarias, y nombres de personajes creadores de la gaita, con la vinculación,
que probablemente sea lo más importante, con las poblaciones negras del sur del
lago, entre ellas, una muy importante, como es Santa María. Ella habría nacido
de entre los restos históricos de la hacienda del mismo nombre, y varios otros
datos como el carácter de canto de protesta que siempre se ha asignado a la
gaita zuliana. Llama la atención el hecho del suministro de una fecha de
nacimiento a la gaita. El relato presupondría que algo llamado “gaita” se
habría practicado en el sur del lago entre las poblaciones negras con centro en
Santa María, ya para el siglo XVIII, que tales poblaciones las cultivaron hasta
que, en algún momento llegó a Maracaibo. Es probable que entre tales
poblaciones se practicaran varios tipos de gaitas, entre ellas, las que hoy en
día todavía se consiguen en Colombia en poblaciones negras también. La
denominación gaita provendría de uno de los instrumentos del ritmo, a saber,
una flauta tipo oboe que los negros tomaron de los indígenas. Para el momento,
en que aparece no se trata de un instrumento indígena, ni de un ritmo musical
indígena, sino afro. Las poblaciones del sur del lago trasladan el protagonismo
de dicho instrumento a los tambores y lo convierten en un ritmo musical (no ya
la ejecución de un instrumento como tal). Todo esto requiere explorar las
similitudes entre las gaitas negras del sur del lago de Maracaibo y las gaitas
negras colombianas, tal vez también buscar sus semejanzas con las gaitas
precolombinas.
Otro aspecto es el que puede ser conseguido en
la prensa local (marabina) de inicios del silgo XX. En una ocasión, hurgando yo
en periódicos antiguos con motivo de mi participación en el grupo de
investigación de historia de la Universidad del Zulia, me topé con un artículo
o aviso de prensa muy particular, lleno de detalles que me intrigaron. Se
refería a una resolución de la prefectura del Distrito Maracaibo por el que se
prohibía “algo que se denominaba gaita”, así decía el artículo, y que se
cantaba por las calles. La resolución decía varias cosas importantes, porque
hacía referencia a los disturbios que se formaban por motivos de las gaitas;
entre otras la resolución señalaba lo siguiente:
a)Que se trataba de una manifestación popular o del pueblo llano (no
involucraba a personas cultas o de clase social elevada)
b)Que se cantaban frases en contra de las autoridades establecidas
c)Que se cantaba por las calles mientras se caminaba (“gaita en
procesión”), tal vez a la manera cómo se hacía con los villancicos de la época
navideña.
d)La resolución veía con extrañeza la gaita y parece hacer referencia a
la misma como algo poco conocido (se expresaba en términos de “eso que llaman
gaita”), o de algo que las autoridades veían con enojo. No se puede determinar
mediante el texto de la resolución a cual de las dos interpretaciones se
refiere, o si se trataba de las dos, es decir, que era algo poco conocido por
las autoridades o que era detestada por el hecho de que se proferían ofensas en
contra de los gobernantes.
La resolución con la fecha y demás datos se me
perdieron pero la tuve en mis manos (extraída de entre los periódicos que se
encontraban en la Hemeroteca del Esta Zulia, en Maracaibo, cuando se encontraba
en el viejo edificio por allá por inicios de los 90 del siglo pasado, siglo
XX), y deja ver haciendo otro tipo de interpretación que:
a)Implicaba la gaita un canto protesta de carácter político y alborotos
vecinales (la resolución prohibía dichas manifestaciones por estas razones).
b)Se trataba de una manifestación netamente popular del pueblo más llano
y pobre.
c)Se trataba de una manifestación cultural navideña, probablemente
asociada a los cantos de villancicos que se realizaban por las calles (lo cual
no descartaba que llegara a las casas de familia y se instalara allí por
ratos). Como se sabe, hasta fecha reciente la gente colocaba “banderas” en sus
casas para recibir las gaitas y los gaiteros como ocurría en el Empedrao y
Santa Lucia, también en el Saladillo (la resolución prohibía las gaitas por la
época navideña en la ciudad de Maracaibo).
Esto debería guardar relación con las gaitas
que se tocaban en el sur del Lago que también eran toques de “procesión” o en
los que se tocaba y caminaba al mismo tiempo (esta gaita de comienzos del siglo
en Maracaibo, tenía esta misma característica), aunque ya se trataba de un
“villancico” muy especial que tal vez acompañaba a las “pastoras” con las
cuales la gente marchaba cada mañana para preparar (al menos este era el
sentido católico) la venida del niño-Dios. Ya aquí esta gaita adquiere su forma
más moderna, luego de recorrer un largo camino.
El panorama estaría claro, y las conclusiones
para esta nota del diario serían las siguientes:
Conclusiones:
a)La gaita se refiere originalmente a un nombre aplicado por los
españoles a un instrumento y un ritmo musical a la vez que practicaban ciertos
grupos indígenas (sociedades o etnias) en el área de la Sierra Nevada de
Colombia, tal vez, cuenca del Lago de Maracaibo, como región histórica de
raíces prehispánicas.
b)A la llegada de los africanos a estas tierras (a la región histórica
señalada) se apropian con el tiempo del instrumento y ritmos originales y los
transforman, sobre la base de toques de tambor previos (uno de los cuales
evolucionó luego como SanBenito). Esto
dio lugar a varias formas de “gaita”, una típicamente colombiana relacionada
con la cumbia y el vallenato (de hecho, serían las raíces de estos últimos), y
otras practicadas en el sur del lago que luego evolucionaron hasta la gaita
zuliana como se conoce en el presente.
c)Tal vez para el siglo XVIII ya se practicaba “gaita” en el sur del
Lago, en poblaciones como Santa María
d)La denominación “gaita” en estas zonas fue posibilitado por el uso del
término en los días de la colonización a una suerte de oboe utilizado en España
al que se le llamaba de esa manera. No se relacionaba con las características
propias de la conocida “gaita escocesa”, aunque sí en el sonido. No en las
características finales del instrumento pero si en el sonido. Es decir, habían
especie de flautas para aquellos días a los que se le llamaba “gaitas”. La
flauta larga y dulce ya era utilizada por los indígenas y la consiguen los
españoles a su llegada.
e)La gaita moderna (marabina) se encontraba asociada al villancico y
probablemente fue, primero, elaborada en las poblaciones negras del sur del
lago donde se tenía la tradición de las gaitas, por un lado, y además, cantadas
en procesión por las calles. Tal vez también, cantadas como preámbulo a la
venida del niño-Dios del 24 de diciembre. Los tres elementos, al parecer,
estaban ya presentes en tales poblaciones, es decir, la denominación como tal
(con el uso del instrumento “gaita”), el “canto en procesión” por las calles, y
la vinculación navideña de la manifestación cultural; además estas poblaciones
tenían cantos parecidos, como el chimbángueles del San Benito. En esto,
aquellas comunidades eran un semillero de variantes de gaita. Esto conectó con
los cantos de villancicos que ya se realizaban por toda Venezuela, desde
tiempos inmemoriales, entre ellas, en la ciudad de Maracaibo, que tenían
características semejantes y para lo cual, por lo tanto, la gente estaba
preparada, a saber, era un canto y música de procesión por las calles y era
navideño. Lo que hizo la gaita fue mutar esta tradición agregando tambores, el
oboe tipo gaita y unos cantos que tenían otras letras. Los villancicos, por su
parte, dejó el cuatro como instrumento constitutivo. La nueva tradición que se
instauró tenía cuatro, tambores, “gaita” y seguramente maracas; a las letras
tradicionales se le agregó letras de protesta contra el poder y los amos. Se
debe averiguar si ya esto tenía esta forma en las comunidades negras y adquirió
su forma final en las barriadas más populares de Maracaibo (el Empedrao y el
Saladillo), pero da lo mismo, es decir, la mutación de tradición se produjo.
Con el tiempo, desapareció el oboe llamado “gaita” pero se conservó el nombre,
el protagonismo de este fue asumido por el cuatro porque al fin y al cabo se
trataba de un villancico transformado y este tenía que ser el requisito. En los
villancicos venezolanos, el cuatro es el acompañante melódico, aquel
instrumento que pone los acordes para cantar. Aunque de vez en cuando se
escucha un instrumento tipo gaita en las gaitas modernas. Se observa aquí que
la gaita zuliana es para ser cantada, es decir, las voces tienen un
protagonismo que no se entiende muy bien en las gaitas del sur del lago, entre
las comunidades negras.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Escobar, Luis Antonio. 1985. La música Precolombina, Fundación
Universidad Central. Bogotá,
Colombia.[Ver artículo sobre las “gaitas precolombinas” que aparece en http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/antropologia/musicprec/musicprec15.htm.
Consultado el 21 de diciembre de 2013. Tiene una biblioteca virtual muy
interesante con documentos históricos originales de diferentes tópicos]
Cardozo, German. 1991. Maracaibo y su Región Histórica (El circuito agroexportador, 1830-1860),
Editorial de la Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
Un meme es la unidad mínima de significado cultural para un objeto dado
(este objeto puede ser tangible o intangible: usamos el término objeto
puramente en el sentido de algo sobre lo cual dirigir la atención). Teniendo
esto en mente se pueden analizar diferentes “objetos” de la realidad social
dentro de la cual estamos sumergidos. Por ejemplo, los zapatos de mujer.
Los zapatos de tacón alto como el que se ve en la figura contigua tiene
varios significados o mejor varios niveles de significado, dependiendo de quién
los mire, en el contexto en el que se encuentran. Ese contexto en este caso
tiene que ver con las piernas de la mujer que es como se muestran en la imagen.
Se notará que no es lo mismo imaginarlos en esas piernas que sin ellas, aunque
es claro que sin ese elemento la imaginación puede hacer el resto. En todo
caso, existen varios niveles y lo que hace que puedan haber muchas opiniones
sobre lo mismo son los niveles superficiales: hay niveles más profundos donde
muchos empezaríamos a coincidir. Pero lo que me quiero preguntar es lo
siguiente: ¿cuáles son los niveles mínimos de significado de los que se compone
este objeto?, ¿se puede descomponer en unidades más pequeñas?. Vamos a colocar
otra imagen, esta vez a la izquierda de nuestro texto, con el objeto solo y
veamos.
Miremos el objeto, ¿es esta una unidad en sí misma o se trata de
unaunidad compuesta por otras, es
decir, con otras que tengan significado en sí y por sí solas?. Observamos que
el zapato tiene color y ya sabemos que el tema de los colores está lleno de
evocaciones en nuestra cultura, el color se utiliza para decir cosas, cambiar
el color de algo puede implicar el cambio en el significado de eso; por
ejemplo, si cambio el color de un vestido de mujer largo hasta las rodillas de
blanco a negro, puedo pasar de un significado de pureza y alegría, adecuado
para un matrimonio por la iglesia, un uno de tristeza perfecto para un estado
de luto por la muerte de un ser querido. Puede imaginar a una mujer llorando
con ese vestido negro en un cementerio o pudiera imaginar casándose por la
iglesia ahora con ese mismo vestido, pero tendría que ponerlo de color blanco.
El negro se puede utilizar para significar “luto” pero también elegancia en una
noche especial de invitados especiales con gente que viste formalmente. Ese
sería el caso si yo voy a una fiesta de gala, la mujer de nuestras
disquisiciones puede llevar también un vestido negro hasta las rodillas. No
quiere decir, en este caso, que ande de luto sino que ella quiere verse
elegante y desde luego, también vestida para la ocasión. ¿De qué depende todo?,
pues del contexto. En el contexto del cementerio, rodeado por los otros
“objetos” que existen en un sepelio (cuando se le va a dar cristiana sepultura
a alguien) o con esas otras “unidades de significado” que existen en ese lugar,
interpretaríamos luto, pero en una noche de gala, sabiendo que es el contexto
de una noche de gala, interpretaríamos “elegancia”. Los zapatos que tenemos,
pues, de color negro pueden ser usados durante un sepelio o durante una noche
de gala, por lo que vamos a decir lo siguiente: Ese color significa un “meme”,
es decir, tiene un significado en sí mismo, se trata de una “unidad con
significado”. Ahora bien, dicha unidad puede ser reducida a otra más pequeña?,
es obvio que no, cuando menos en este caso. Se trata de una unidad mínima de
significado, además, de una unidad de significado. El que sea una unidad mínima quiere decir que no se puede
dividir en otras más elementales. En dos palabras, se trata de un meme, puede
ser utilizada para decir algo a alguien en un “discurso cultural”. Llamemos discurso cultural a cualquier tipo de
“frase” cultural que se le pueda transmitir a alguien, o a la emisión de
bloques de varios memes a otras personas. Se entenderá, por ejemplo, que el zapato
que observamos envía varios memes al mismo tiempo a otras personas cuando es
mostrado públicamente. Si además, del color negro mostramos el tacón del zapato
estaríamos exhibiendo dos memes al menos o dos unidades de significado que se
pueden separar. Pero como las mostramos juntas decimos que se trata de un
“discurso” o de pedazos de un discurso. Se hacen discursos cuando mostramos los
objetos de mundo social portando diferentes unidades de significado al mismo
tiempo, los objetos que mostramos son siempre sintéticos o condensados,
condensan los varios significados que portan. Nunca mostramos las unidades de
significado solas sino en bloques, varias de ellas al mismo tiempo. A veces son
dos, a veces tres, a veces cuatro, a veces muchas más. Es algo normal, los
zapatos siempre tienen color, son pintados de algún color y esto es igual si se
trata de zapatos para hombres o para mujer.
Esto nos ocasión de decir algo más: Esas unidades de significado nunca
son presentadas solas, es decir, para que tengan significado deben ser
mostradas con las demás. El color del zapato no es presentado solo, porque de
hecho, si así fuese, ya no significaría mucho o no significaría nada que es lo
más probable.El color negro es presentado junto
con las otras unidades. Con ello se le da sentido pleno al objetivo, se le
convierte en un objeto rico en significados, evocador de ideas.
Pero veamos los elementos del zapato que observamos: tiene tacón, como
hemos dicho, tiene forma (una determinada forma), dimensiones, textura, unos
materiales de los que está hecho, etc. Asumimos que cada uno de estos elementos
es un meme en sí mismo. Y la pregunta es si se trata de los memes más
esenciales, o mejor dicho si se trata de memes verdaderos. Ahora entendemos que
una unidad de significado por ser tal es un meme; para que sea ello debe ser,
además de una unidad de significado, una unidad de significado esencial, que no
se pueda dividir en otras más elementales. Vemos, por ejemplo, que el tacón
cumple una “función” en el “bloque” de significado o discurso que plantea el
zapato; entonces, que tal si quitamos el tacón.
Existen zapatos que se pueden parecer a este de la figura contigua. Desde
luego que aquí están debidamente contextualizados, aunque en un “ambiente” más
juvenil que en el anterior. Los zapatos se pueden parecer a los de la figura de
la derecha. Este tipo de zapatos, pues, puede transmitir elegancia de la misma
manera, es decir, sin tacón o recurriendo a un tacón disimulado. Yo mismo he
visto por la calle zapatos altos sin tacón con una base transparente (me
refiero a la base del zapato), por lo cual abría aquí una conclusión
importante, a saber, el tacón alto no hace falta para tener el mismo tipo de
zapato, lo que se requiere es que el pie de la mujer vaya inclinado hacia
adelante. El tacón es nada más lo que se ha utilizado hasta ahora para
conseguir ese efecto, es decir, que el pie vaya inclinado hacia adelante. El
tacón no es un meme como el color negro, sino que se puede quitar. El color
negro no podríamos quitarlo sin cambiar el significado, el tacón si; el color
es un meme del discurso pero el tacón no. Con esto no queremos decir que el
tacón no haga sus aportes y a veces sustantivos, por ejemplo, para la elegancia
del zapato, lo cual puede verse en las dos imágenes que colocamos a
continuación:
Si el tacón tiene la punta fina hacia abajo y
estilizada transmite algo y si la tiene gruesa otra cosa. Sin embargo, si lo
decimos de esa manera estaríamos cometiendo un error. No se trata del tacón a
un nivel más esencial.
Este transmite información en los niveles superficiales,
pero no en los esenciales. Se podría argumentar de la misma manera que influye
la altura del tacón pero de nuevo no se trata de eso. Este zapato transmite
menos elegancia que los anteriores pero se trata en realidad de la altura hacia
adelante en la que queda el pie de la mujer. Este pie debe despegar el talón lo
más que pueda del suelo, es decir, mientras más se acerque al suelo menos
elegancia transmitirá.
Nos encontramos, pues, en la situación de un
meme que remite a otro. Se puede quitar porque él no es el protagonista. La
pregunta es ahora, ¿por qué la altura del pie de la mujer por el lado del talón
es importante en este mensaje?. Recordamos que en otro contexto la misma
postura del pie es asociado a la alta cultura. Nos referimos al ballet clásico,
es decir, las bailarinas transmiten refinamiento si extreman esta postura. Cuando
vemos a las mujeres en el ballet clásico encontramos que la misma postura del
pie, el mismo meme, tiene el significado de refinamiento, elegancia, y quizás
también belleza. Una mujer tiende hacia ese concepto, hacia la belleza y la
elegancia, cuando asume dicha postura en el pie en sus movimientos por el
mundo.
El origen
histórico de los zapatos de tacón alto y su simbología
Al parecer, fue en 1533 cuando se usaron por primera vez los zapatos de
tacón alto y se vieron en los pies de Catalina de Médicis, que los utilizó para
su boda con el duque de Orleans en París (O’Keeffe, Bleckmann, and Alcaina 1997, citado por Gimenez, 2011) .
Se supone que para ser usados en una ocasión
tan especial y de tanta envergadura, el accesorio debía tener un significado
asociado a la elegancia, es decir, se usa el tacón alto para significar
elegancia. Este pudo ser un significado previo existente en las mentes de la
época o pudo ser inventado in situ. En todo caso, nadie asocia los tacones
altos con la elegancia así nada más; se equivocarían los que creyeran que se
trata de algo natural o mandado por los sentidos. De seguro, los habitantes de
otras culturas no reconocerían en lo absoluto este contenido en ese detalle en
los calzados, se trata de una mirada occidental, de algo absolutamente
convencional. Se supone que este fue el primer zapato de tacón alto utilizado
por Catalina de Médicis. Sin embargo, cuando se aprecia la pintura de la boda
se observa que casi todos los hombres ya utilizaban un tipo de tacón en sus calzados
aunque de menor tamaño, por lo que el dato no es correcto. Esto se puede ver en
la ilustración siguiente:
Los zapatos de tacón eran ya usados por los caballeros, y lo más
probable era para significar elegancia, status, clase. El símbolo de “elegancia”
en este caso, venía de la posición de pie. Esa posición puede verse en la
figura contigua que se relaciona con la postura “correcta” para el zapato. La
pierna adelante, ligeramente delante de la otra, para mostrar el arqueo del pie
como si la punta del pie fuese la que hiciera contacto con el piso era lo
básico. Para lograr esto, el tacón era necesario o conveniente. La pose, como
se verá en los años siguientes, era la adecuada para las pinturas de la realeza
de la época. Se puede observar en el famoso retrato de Luis XVI, pintado en
1701 y exhibido actualmente en el Museo del Louvre, en París. En esa pintura se
puede apreciar esto mismo, a saber, los zapatos de tacón vienen junto a la
postura que los destaca, o la postura (de la pierna adelantada) viene junto a
este tipo de zapatos. Para la pintura la “pose corporal” tenía que significar
la elegancia, la nobleza, la realeza. Se puede observar con atención.
De hecho cuando se mira con suficiente detenimiento y por suficiente
tiempo dicha pose corporal se llega a la conclusión de que la postura de las
piernas se relaciona ampliamente con el tipo de zapatos que usa, y que no
podría ser de otra manera. Los zapatos y la postura vienen juntos.
Lo que esto parece decir es que los primeros en usar tacones fueron los
hombres (ya los utilizaban cuando Catalina de Médicis usó los suyos) y que esta
moda es anterior a 1533 (la fecha de la boda de Catalina). No por casualidad,
como se ha dicho, el ballet clásico, esta forma de danza o entretenimiento para
la realeza europea, apreció por la misma época. En este caso, los zapatos de
tacones y el ballet son hijos del Renacimiento; en efecto, hay que ir hasta el
Renacimiento para conseguir los orígenes de ambos.Fue la época en que este movimiento de
piernas se hizo popular, o mejor dicho, símbolo de elegancia y distinción. Se
puede conseguir la postura de piernas de Luis XIV en casi todos los movimientos
de ballet clásico. Se podría decir, por ejemplo, que la siguiente postura
denominada es la misma de Luis XIV:
Y la postura del siguiente caballero igualmente,
Como conclusión vemos que el meme aquí no tiene que ver con una postura
del pie sino de la pierna como tal, o mejor, de las piernas. Y que a fin de
cuenta tampoco se trata de esto sino de una postura corporal. Es posible
argumentar que la misma postura corporal de elegancia y “clase”, centrada en
las piernas, que tiene el caballero en la foto anterior, es la de los
caballeros en la boda de Catalina de Médicis. Es decir, la de la imagen
contigua. Los zapatos de tacón entre hombres y mujeres perseguían contribuir a
mantener dicha postura. Se trata del tipo de “sentido de la elegancia” que se
desarrolló a partir del Renacimiento.